Muchas personas me han preguntado que cómo he mantenido la motivación durante la pandemia para seguir entrenando. A lo que respondo “en realidad, no la he mantenido, mi motivación ha estado entre 0 y 20% desde marzo”, pero, de todas formas me he mantenido entrenando 4-6 veces a la semana todos estos meses. Algunos lo ven como una contradicción.

Desde hace mucho, pienso que se le da demasiada importancia a la motivación. ¿Si no hay eventos cerca, cómo te mantienes motivado al 100%? ¿Si la cena te cayó mal y no dormiste bien, estarás súper motivado cuando suene la alarma a las 4:30 am? ¿Si la semana pasada lograste una gran meta, estás igual de motivado ahora que no tienes un objetivo claro?

Ante todos estos escenarios – sin mencionar cualquier cambio gracias a la pandemia – lo único que me hace parar de la cama es la disciplina. Hay un dicho muy famoso que dice “nunca te arrepentirás de salir a entrenar”, lo que es cierto, así que cuando suena la alarma, con la mente en blanco, solo me paro y me cambio, sin entrar en la discusión interna de si me quedo acostado o no. Simplemente lo hago y ya.

Para esto me ayudo de algunos hábitos que lo hacen más fácil:

  • Pongo la alarma en un lugar incómodo de alcanzar, lo que me obliga a pararme de la cama.
  • Dejo la ropa, los tennis, y los termos listos desde el día antes. Así son menos cosas que hacer en la madrugada. Además, si me pasa por la cabeza barajar el entrenamiento, me digo “¿entonces preparaste todo para nada?”
  • Ya lo hemos mencionado el tema del sueño en otros artículos, pero trato de dormir por lo menos 7 horas.

Además de esto, sé que siempre me sentiré mejor después de entrenar, que me ayudara a controlar el peso y permanecer en salud, que será prácticamente el único momento del día al aire libre, y, también, que será de los pocos momentos que estaré sin el celular encima, totalmente desconectado.

“La disciplina tiene enemigos, y uno de ellos eres tú” – David Powning.

Javier