Como entrenadores siempre escuchamos los comentarios de nuestros atletas cuando alguna parte del cuerpo les duele. Muchas veces se trata de algún dolor muscular por algún fortalecimiento o porque ese día les tocaba algunas repeticiones sabrosas o un fondo largo. Estos dolores luego de unas horas o unos días se van.

Pero hay otros dolores que nos imposibilitan realizar la actividad física que practicamos, y muchas veces incluso nos limita las actividades cotidianas, o sea que estamos en presencia de UNA LESION. En esas ocasiones siempre les decimos a nuestros atletas que vayan al médico para que les hagan las evaluaciones de lugar, puedan dar un diagnóstico y así entonces proceder con el tratamiento para la recuperación.

El problema es que muchos atletas no quieren ir al médico y le insisten a su entrenador que le busquen una solución. Ante esta situación aquí les dejamos estas observaciones para que por favor tomen en cuenta:

• El entrenador no es médico, y por más capacitado que esté la medicina no es su área.

• Decirle a tu entrenador “me duele aquí” no es un diagnóstico. Es por esto que debes realizar una consulta con un profesional de la salud para que te evalúe y te indique exámenes de placas, sonografías, resonancias, entre otros, y así identificar el problema.

• Si no vas a tiempo al médico a revisarte la molestia, es probable que la lesión se empeore y termines con molestias en otras partes. Por esto es que muchas veces escuchamos decir al atleta “el dolor se me movió”.

• Algunas lesiones no necesariamente tienen que ver con el running, a veces puede ser mala postura sentado en tu escritorio, le ejecución de algún ejercicio de fortalecimiento de manera incorrecta, un golpe, una caida, entre otros.

Entonces, cuando te duela algo que te imposibilite hacer tus ejercicios y actividades cotidianas ve el médico, es el único que te podrá dar un diagnóstico y podrá indicar el tratamiento a seguir.

Javier y Jenny