A principios del año 2013 estaba un poco cansada de ir al gimnasio a ejercitarme, así que decidí buscar una actividad fuera de esas paredes y empecé a correr en el Parque Mirador Sur. La verdad es que me enamoré de una vez del “running”, era una de las actividades más reconfortante que había experimentado. Correr me retaba a mí misma, durante los entrenamientos pensaba en absolutamente nada pero al mismo tiempo en todo, liberaba cualquier estrés que tuviera, dormía mejor; definitivamente se estaba convirtiendo en una actividad que seguiría realizando por largo tiempo.

Luego de varios meses, un amigo me animó a correr El Madrugador (30k) y la verdad es que me fue bastante bien, así que por ahí mismo decidí que quería correr un maratón. Pues en el 2014 logré correr mi primer maratón, superando todas mis expectativas en todos los sentidos. Estaba tan animada que ya había planificado mis próximas metas (otro maratón, mejorar tiempo, etc). Sin embargo, luego de varios meses perdí la motivación, no quería correr, no me quería levantar, todo lo que había logrado lo estaba tirando por la borda, este es el periodo que denomino mi “año sabático en el running” ya que no corría ni 4 veces en un mes.

Un día finalmente decido intentarlo de nuevo y buscar el motivo original que me llevó a correr y tratar de buscar esa inspiración. Empecé a levantarme aunque no quisiera, estaba corriendo a un paso que ni siquiera cuando empecé iba tan despacio (había perdido la forma), pero poco a poco fui recordando lo que era correr para mí, como correr me retaba, me liberaba de cualquier preocupación, liberaba el estrés, me llenaba de energía, y en ese momento hasta conocí a mi compañero de vida en el parque. Así que si has perdido la motivación… vuelve, trata de recordar porqué empezaste a correr, porqué los disfrutabas tanto, seguro que lo vas a encontrar!!!

Jenny