Cuando un atleta empieza a entrenar para algún evento (5k-42k o algún triatlón) es posible que piense que el entrenamiento empezará suave e irá subiendo hasta alcanzar algún pico y luego entonces vendrá el famoso “tapering” o descanso antes de la carrera. Pues resulta que esto no necesariamente es así.

Al momento de diseñar un plan de entrenamiento (luego de ya conocer todos los datos necesarios del atleta) agrupamos las semanas que hay hasta el evento en bloques, que usualmente son de 3, 4, 5 semanas. A cada bloque le asignamos un objetivo de manera que podamos asignar cuáles serán los entrenamientos de calidad que realizará durante cada bloque, las corridas suaves, fondos, entre otros. Pues la última semana de cada bloque es la que denominamos semana de descanso o semana baja (down week en inglés).

Durante esa última semana de cada bloque baja la carga del entrenamiento en relación a las anteriores, no se asigna velocidad y el fondo también baja en su duración o distancia, o sea que todas las corridas serían a un paso suave. Con esto logramos lo siguiente:

-Que el cuerpo asimile lo realizado hasta el momento, aprovechando mejor el entrenamiento.

-Prevenimos lesiones al permitir que los músculos se recuperan de manera más efectiva.

-Nos recuperamos de la fatiga acumulada evitando el sobreentrenamiento.

-Logramos un mayor desempeño durante todo el proceso.

-Le damos un descanso a la mente del entrenamiento.

Una sugerencia de parte de nosotros es que durante la semana de descanso, elijan una o dos corridas para finalizar con 6-8 strides de 30-60 segundos con descansos de trote muy suave de 60-90 segundos (dependiendo del entrenamiento que estén llevando).

Escrito por Javier y Jenny.